MESA REDONDA: ¿DE QUIÉN SERÁ LA EMPRESA DEL FUTURO?

El día 23 de octubre, en la sede de CEOE y CEIM de Madrid, tuvo lugar una mesa redonda con el título ¿De quién será la empresa del futuro?. La convocatoria fue llevada a cabo por ASE, que a través del presidente D. Luis H. de Larramendi, moderó la mesa.

Los participantes a la mesa fueran: D. José Luis Fernández Fernández, Catedrático de Ética Empresarial de ICADE, D. Sergio González Galán, Socio del Área Mercantil de Garrigues, D. Juan Manuel Sinde Oyarzabal, Presidente Fundación Arizmendiarrieta, D. Luis Gómez Rodríguez, Senior Adviser Presidente Iberdrola, D. Julián Morales Navarro, Catedrático de Sociología de la UNED y Dña. Matilde Pelegrí Torres, Presidenta Grupo Senda y vocal de CEIM.

D. Miguel Garrido de la Cierva, Presidente CEIM y vicepresidente CEOE, fue el encargado de inaugurar la jornada.

 

Breve resumen de las ponencias:

 

Intervención D. Miguel Garrido de la Cierva

Presidente CEIM

Apertura Mesa Redonda

Hemos hablado mucho, y hablaremos en los próximos años, de la Responsabilidad Social Empresarial y yo siempre he defendido que la empresa y el empresario o el directivo por delegación de empresario, accionista, tiene una responsabilidad con los demás que es hacer que su empresa sea rentable y no sólo por ganar dinero, que es una ambición positiva y buena, sino porque ganando dinero se consigue una serie de efectos positivos para el conjunto de la sociedad.

Además de generar riqueza, puesto que se crean productos o servicios que añaden valor añadido al conjunto de la sociedad.  Además de ello se retribuye a los inversores, a los accionistas y de esa manera incentiva y se motiva para que se emprendan nuevas acciones inversoras.

¿De quién será la empresa del futuro? ¿Que representa esta mesa? En sentido opuesto, eso sí, quiero dejar encima de la mesa esta reflexión: la empresa desde luego trasciende a cualquier grupo. Trasciende a los empresarios, a los directivos y a los trabajadores, a los clientes o a los proveedores, a la sociedad como fruto de esas acciones, porque la empresa tiene una visión sin ninguna duda de la sociedad bien marcada.

Como he dicho al principio, las personas que forman la empresa no son sino un conjunto de personas que ponen el capital y el talento, los recursos, esfuerzos, comprar materiales, que mejoran y con ello contribuyen a generar riqueza.

Intervención D. Luis Hernando de Larramendi

Presidente ASE

Moderador

ASE quiere ahora ser un grupo de personas que acompañen primero, que busquen que se promuevan los principios de la Iglesia. Para hacer un recorrido rápido por los principios, ellos fueron la dignidad inalienable de la persona humana, la subsidiariedad, la concesión de la responsabilidad a la persona y su ámbito de reparto de autonomía y libertad, pero también de responsabilidad, la solidaridad, el destino universal de los bienes, la orientación al bien común, que no son exactamente del interés general pero que tienen connotaciones que nos ponen muy en la onda de lo que nos lleva al título de esta mesa.

Lo que sí quiero dejar claro es que dicha acción debe generar que nos valoremos y defendamos la empresa y la figura del empresario. Creemos que no está suficientemente dignificada ni valorada, ni la una ni la otra.

El título de esta mesa fue un título un poco provocativo porque en el fondo si no hay algo que llama la atención yo creo que ni siquiera vosotros estaríais.  Pero el título tiene su sentido porque cuando las empresas se crean en sociedades anónimas S.A., un poco desde la óptica más rancia católica, se decía que S.A.  significaba Sociedades sin Alma porque no se veían a las personas que estaban detrás. Y por lo tanto eran unos entes en lo que todo lo que se podía hacer, era malo.

Ahora estamos dentro del mundo de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Los 17 objetivos, la Agenda 2030, que las empresas suscriben ese después de que la presencia de las mujeres en los consejos de administración en lo que es algo que va más allá de lo que podría ser la propia decisión de los propietarios y sin embargo la sociedad tiene necesidad de estar representada en ello, los movimientos del capitalismo consciente…

Mi querido amigo José Luis Fernández Fernández, doctor en Filología y Máster en Administración de Empresas, profesor de ICADE, titular de la Cátedra de Ética Iberdrola de Responsabilidad Social. Yo creo que tu visión de ese mundo de la ética me parece que es especialmente relevante.

Después intervendrá Matilde Pelegrí Torres, creadora y presidenta del grupo Senda, ingeniera química, comunicación marketing de eventos, pero además es presidenta del Grupo de Trabajo sobre la demografía dentro de la CEIM que impulsa Miguel Garrido de la Cierva con ímpetu y que naturalmente en el punto del futuro de la empresa y de nosotros estará muy vinculado primero con esa la mayor longevidad y cuál es la utilidad de la longevidad y la presencia en las empresas y en la sociedad en general los mayores.

Después pasaríamos a la intervención desde un punto de vista más jurídico de Sergio González Galán, licenciado en Derecho de ICADE, pero además de tener no sé cuántas cosas más también es licenciado en Sociología y Ciencias Políticas lo cual en esta serie de reflexiones tiene también su importancia. Lleva muchos años socio de mercantil del afamado y prestigioso despacho Garrigues. Es un ponente que conoce muy bien el mundo de la empresa, no solamente desde la faceta de dentro de una empresa, sino también del que está dando consejos sobre cómo gestionarlo, cómo administrarlo y corregirlo por dentro.

Creo que después tendría mucho interés que participara mi querido amigo Luis Gómez. Tiene muchas virtudes, entre ellas tiene en su haber Derecho por ICADE, Senior Adviser de Iberdrola y luego ha sido también vocal del Foro de Marcas Renombradas Españolas, donde nos conocemos y compartimos aficiones por mejorar también la sociedad, desde esa atalaya de cooperación público-privada que es un ejemplo que podría un poco servir para hacer más cosas.

Después ya tenemos a Julián Morales, catedrático de Sociología porque al final todo el mundo estamos hablando de la percepción social, también del mundo empresarial y las lecciones que desde ello se pueden hacer no para el presente, sino para prepararnos para el futuro. Yo creo que es muy relevante. Julián Morales es licenciado en Filosofía y Teología en Comillas, catedrático de Filosofía, Catedrático de Sociología en la UNED. Tiene unos cuantos libros publicados.

Y para finalizar está Juan Manuel Sinde, ingeniero industrial y en el grupo cooperativo de Mondragón lo ha sido todo. Ha estado en el Consejo de dirección, en el mundo de las finanzas, en la Fundación Mondragón… Pero ahora dedica sus últimos años, en la jubilación que ha sido para pasar a una mayor actividad, se dedica fundamentalmente a la Fundación Arizmendiarrieta. Como todos ustedes saben, José María Arizmendiarrieta fue el sacerdote que en Mondragón funda las cooperativas. Yo creo que ha sido el grupo cooperativo más importante del mundo en volumen y en actividad. Además, Juan Manuel Sinde promueve un modelo inclusivo participativo de empresa que ha conseguido que en el Parlamento Vasco y en el Parlamento navarro se aprueben proposiciones de ley en relación con ese modelo, que es también, dentro de este panorama de reforma de la empresa, algo que tiene la suficiente relevancia como para que lo abordemos.

Intervención D. José Luis Fernández Fernández

Catedrático de Ética Empresarial ICADE

Cuando el título viene dado ¿de quién será la empresa en el futuro? lo primero que uno intenta es decir por dónde se puede enfocar esto y eso hace que uno piense y trate de organizar un poco las ideas y eso es lo que yo he estado haciendo estas horas.

Voy a compartir algunas intuiciones de lo que me provoca el título en el marco en el que estamos.

Lo primero es: ¿De quién será la empresa del futuro? Karl Popper en “Conjeturas y refutaciones” decía, no sabremos si lo que digamos aquí va a ser verdad o no, pero bueno algo tenemos que hacer a este respecto.

Los dueños, hoy, muchas veces no dirigen las empresas. Estamos aquí con empresas en las cuales los dueños no son los que las dirigen, las dirigen gente profesional contratada por los dueños para dirigir la empresa. Con agendas distintas de las de los dueños y por ahí vienen todos los temas de la agencia y todos los problemas de las agencias.

¿Los que dirigen hacen lo que los dueños quieres? Pero la pregunta es: ¿y qué dueños?, porque hay dueños y dueños. Hay dueños que tienen muchas participaciones, hay dueños que son minoritarios, hay dueños que son instituciones y hay dueños que son personas. Esto es un jaleo importante que conviene tener en la cabeza a la hora de pensar en quién será.

La segunda cosa que me llamó la atención es “empresa”, concepto abstracto, de quién será la empresa. ¿Qué empresa? ¿Iberdrola, una empresa de un negocio consolidado, una empresa que en el futuro arranque con un modelo de negocio que ni siquiera somos ahora capaces de solidar? Porque van a aparecer necesidades y negocios, dentro de diez años, que hoy ni se nos ocurre que van a poder aparecer. Por lo tanto ¿qué empresa: grande, pequeña, mediana, capitalista, cooperativista, empresa social?

Va a darse una realidad, que es: que las empresas del futuro muchas de ellas, por supuesto va a haber grandes empresas multinacionales, pero va a haber muchas empresas del futuro donde ahora sí, los dueños a la vez van a ser los gestores.

Las empresas de la tecnología ¿el futuro, ¿qué es el futuro? Esa es la tercera palabra ¿de quiénes será la empresa del futuro? El futuro ya es hoy. ¿Y qué podemos atisbar? Pues podemos atisbar una cosa muy clara: la digitalización, los macrodatos, la analítica, la inteligencia artificial, el Internet de las cosas, las smart cities, la capacidad de computación. Todo eso es el futuro que ya está aquí.

¿Qué tienen que hacer la empresa? La empresa tiene la obligación moral de adaptarse. Tiene la obligación moral de adaptarse para sobrevivir. De mutar. De cambiar.

Y, para terminar, simplemente yo diría, la empresa será de sus dueños, pero ciertamente la empresa va a estar cada vez más al servicio de la sociedad. No va a ser de la sociedad, pero va a estar cada vez más implicada en las expectativas sociales.

Intervención Dña. Matilde Pelegrí Torres

Presidenta Grupo SENDA

Vamos a tratar el tema de una manera un poco diferente, para ver en esta empresa del futuro qué temas habrá que considerar y uno de ellos está muy en la línea y por eso también tenía ganas de abordarlo desde el trabajo de esta casa, de CEIM , porque ahora se habla mucho de demografía, de hecho se está hablando tanto, como que igual que es transversal el cambio climático, igual que es transversal  todo el tema de igualdad, tiene que empezar a ser transversal el tema del cambio demográfico. Más que el reto, el cambio, porque es una realidad.

Estamos hablando de hace 20 años. Voy a hacer un repaso muy rápido simplemente para dejar algunas líneas generales. En el año 82, Naciones Unidas organizó la primera asamblea de envejecimiento en Viena. Luego en el año 2002 se hizo la segunda Asamblea de crecimiento en España, en Madrid, con un lema que era estupendo: “Una sociedad para todas las edades”. A esa conferencia tan interesante asistieron más de 150 países. Y pasó sin pena ni gloria. Luego ha habido alguna otra reunión en Viena, pero es verdad que después vino la década del 2000 con un gran crecimiento.

¿Y por qué estamos hablando ahora tanto de demografía? Porque ya es una realidad que no se puede negar a nadie.

Hay que reconocer que esta casa fue pionera en ese sentido. En el año 2016 se creó un grupo de trabajo sobre demografía, que yo tengo el honor de presidir dentro de la Comisión de Sanidad y Servicios Sociales, es una comisión con un grupo de trabajo en el que se han integrado empresas de consumo, de gran consumo de alimentación, de turismo, de todo. Porque en el fondo es este un tema transversal de servicios sociales, de dependencia.

Voy a dar solo unos datos para hacernos idea de dónde estamos y hacia dónde vamos.

El castellano es un idioma muy rico. Cuando uno dice “mayor” siempre piensa en una persona que está en casa, con poca pensión, que además sólo ve la televisión y que no sale porque está malito. Esa es la idea de nuestros mayores. Sin embargo, ya hemos pasado los 9 millones de personas mayores de 65. Pero es que somos más de 18 millones, los mayores de 50. Si a esos 18 millones le quitamos 2 millones de personas dependientes, nos quedan 16 millones de personas entre 50 y la edad que queramos que están bien y que tienen además mucha actividad y quiere seguir teniéndola. Para explicar una cifra, en 2050 más del 50% de la población tendrá más de 50 años.

No solo es que las patillas estén envejecidas, es que tenemos que hacer una gestión del conocimiento. Tenemos personas con mucho conocimiento y no todas las empresas están preparadas para gestionar ese conocimiento. Y que no se pierda. Además, para gestionar las plantillas de edad. ¿Por qué no? ¿Por qué una persona que cumple 61 no va a entrar en un programa de habilidades dentro de su empresa, si quiere seguir formándose? Si prejubilamos con 55, estamos discriminando por razón de edad. ¿Por qué una persona con 55 no tiene capacidad y con 54 sí?

Pues a lo mejor lo hay que hacer es una gestión de la plantilla y eso, en una empresa socialmente responsable, es una obligación también.

Y por supuesto están los temas de trabajo de conciliación de la vida familiar y personal.

Entramos en el ámbito del sector sociosanitario, atención a la dependencia, colaboración público-privada que es fundamental, en la atención a las personas más mayores y vulnerables, que tengan una colaboración entre ambas.

Entre el sector público, la sociedad privada y la vida activa de personas mayores hay un dato que a mí me llama la atención: en este momento habrá más de 200.000 personas en España, mayores de 55 años, en algunos de los programas universitarios de mayores que tienen todas las universidades en España. Todas, porque son un fenómeno sociológico desde el punto de vista de las pautas de consumo.

El cambio demográfico, más que el reto demográfico, es un reto, pero es una oportunidad y una oportunidad que el mundo empresarial tiene que ver y tiene que analizar y tiene que entenderlo asumirlo y abordarlo dentro de la responsabilidad social empresarial y tiene que formar parte del ADN de la empresa del futuro.

Intervención D. Sergio González Galán

Socio Mercantil de Garrigues

Me toca a mí dar la visión jurídica a esta pregunta realmente tan provocativa y yo creo que esta respuesta jurídica se puede engarzar muy bien con tres conceptos eminentemente jurídicos, que son los conceptos de interés social, cumplimiento normativo y responsabilidad social corporativa.

Y estos son tres conceptos tan esenciales, que han sido objeto de tratamiento en todos los códigos de buen gobierno que en España han sido.

Empezando por el primero, por el Código Olivencia de 1998, que toma su nombre del insigne catedrático de Derecho Mercantil que lo presidió. Yo creo que es muy importante ver cómo inicia este debate del buen gobierno en España esta cuestión y decía el Código “El Buen Gobierno de las sociedades reclama una clara definición de los fines que debe perseguir la administración de la sociedad, a quien se dedica”. Y esto responde a la pregunta ¿de quién es la sociedad, a quien se deben los administradores?

El código Aldama de 2003 no aborda este tema, pero el Código Unificado de 2006, el Código Conthe, entra de nuevo en la cuestión. El código Conthe fue el primer código homologable con los códigos de buen gobierno de nuestro entorno y tiene una aproximación muy similar a la que ya tenía el Código Olivencia con un pequeño matiz: en la recomendación 7ª del Código dice “que el consejo se guie por el interés de la compañía entendido como hacer máximo, de forma sostenible, el valor económico de la empresa.

Y por último el Código de Buen Gobierno que tenemos vigente en la actualidad, el código de 2015, que vino a sustituir al Código Conthe, código que fue el resultado de esa ingente labor que hubo en España a partir de 2013 de mejora de gobierno corporativo, la reforma de la Ley de Sociedades de Capital y también del Código de Buen Gobierno, profundiza en esta mecánica y ¿qué dice del interés social?: dice “que el Consejo se guíe por el interés social entendido como la consecución de un negocio rentable y sostenible a largo plazo, que promueva su continuidad” y enlaza como siempre “y la maximización del valor económico de la empresa” y luego a continuación como sus predecesores “en la búsqueda de este interés social, se deben respetar las leyes y los reglamentos, la buena Fe y procurar la conciliación con otros intereses, que son los intereses legítimos de empleados, proveedores, clientes etc.

Luego ese es el marco de juego jurídico por así decirlo. ¿Como entiendo yo ese marco? ¿De quién es la empresa? Pues yo creo que sin ninguna duda la empresa de hoy y la empresa del futuro es de sus accionistas. Y que el interés social es maximizar el valor de la empresa y eso significa maximizar el valor que los accionistas perciben de ella.

La empresa está para generar riqueza, para ganar dinero y yo creo que eso hay que decirlo con claridad y que no hay que avergonzarse de ello. Está para eso, esa es su función social y eso no es malo, en absoluto, porque esa riqueza servirá para invertir en otros negocios, esa riqueza es lo que genera empleo y el empleo es la mejor protección social que existe.

Ahora bien. Como dicen los códigos de buen gobierno ese interés social se realiza con unas reglas del juego que son las del cumplimiento normativo, cumplir con la ley y con los reglamentos, con los contratos, etc

Yo creo, que una gestión empresarial ética tiene que fomentar, por supuesto, el adecuado trato con los trabajadores, con el medio ambiente, con las contrapartes en los contratos y demás obviamente por cumplimiento normativo, pero más allá por responsabilidad social corporativa porque creo que una gestión con una adecuada responsabilidad social es una mejor gestión y es una mejor gestión porque generará más valor para el accionista que es el cuerpo de la compañía.

Intervención D. Luis Gómez Rodríguez

Senior Adviser presidente Iberdrola

Lo que quiero es que primero que quiero decir cuando preguntamos ¿de quién será la empresa del futuro?, nadie puede cuestionar que hoy y mañana una empresa es de sus accionistas y de sus dueños y demás también de su gobierno corporativo.

El objetivo fundamental de una empresa es darles el mayor dinero posible a sus accionistas respetando el interés legítimo del resto de los grupos de interés y aquí introduzco un principio: las compañías en nuestros gobiernos corporativos establecemos los grupos de interés.

Yo siempre lo digo, yo no tengo la culpa que cuando llegué a la compañía hace ya casi 20 años, que me encontrara una compañía que en sus estatutos tenía ya que ocho grupos de interés. Hay compañías que solo tienen cuatro, y qué maravilla que solo tienen que atender a cuatro grupos.

En nuestro caso están los empleados, los accionistas, los clientes, los proveedores, el regulador, los medios de comunicación, la sociedad y el medio ambiente.

Muchas veces me han dicho que el medio ambiente no es un grupo de interés. El medio ambiente son las generaciones futuras. A nosotros nos han prestado el mundo que tenemos para que lo utilicemos como podamos, y lo debemos devolver a nuestras generaciones futuras como estaba o mejor de lo que estaba.

Y entonces decimos: servicio continuado de utilidad y por otro lado un precio justo. No estoy hablando si es caro o barato. Estoy diciendo un precio justo. Sólo debemos de entender cuál es el precio justo.

Y así tenemos unos grupos de interés. Con lo cual, esos grupos de interés nos dicen que tenemos que atenderles.

Se ha hablado de desarrollo sostenible. Las compañías tienen que generar un valor lógico, si no generan valor no podemos exigir un modelo sostenible y se ha introducido un concepto también importante ¿qué es sostenible? y sostenible es que tienes que atender a tres conceptos: económico, social y medioambiental.

Claro que tienes que generar negocio o tienes que generar un beneficio. Claro que hay que atender al medioambiente y los pequeños beneficios y los temas sociales. Y aquí hay un tema importante: son los principios de responsabilidad social, la responsabilidad social corporativa, la responsabilidad ética … Lo que sí que está absolutamente claro, es que hoy en día no estamos en el mundo del altruismo. El altruismo de verdad en un mundo de intercambio no es altruismo. El altruismo para mí es cuando haces una acción y no pones tu marca ni pones nada.

Cuando decimos voluntario, tenemos un gobierno corporativo. Lo que hay que hacer es fijarnos más en el gobierno corporativo o exigir lo que se dice o no se dice, porque hay que cumplir las leyes, por supuesto, pero también hay cumplir lo que nos exigimos en nuestros Consejos de Administración.

En España hay desigualdades. En España hay dos millones y medio de personas que están en el umbral de la pobreza y en la pobreza. Todo el mundo tiene pobreza y todo el mundo tiene sus problemas.

Se establecen 17 objetivos con 169 metas, con un horizonte temporal del 20-30 al 2030. Y se dice: nos damos cuenta -hablan de 198 países-. Todos los países del mundo han aprobado los planes del desarrollo sostenible. Y se dice: por favor entendemos que el mundo y los gobiernos no pueden hacerlo solos. Los estados pedimos por favor que las empresas nos apoyen, que las empresas entren en los desarrollos y se nos da una guía a las empresas para desarrollar objetivos, en algún caso son magníficos y nos ponen dos: los operadores darán electricidad al máximo de gente posible y ser más medioambientalmente responsables. Tenemos dos objetivos.

Y se dice; no se puede hacer de otro modo si las empresas no toman las riendas de este negocio y además con el objetivo 17, en colaboración público-privada sí es posible.

Lo primero que yo digo es en estos momentos en España el 40% de las empresas no están haciendo nada, ni les importa.

Estoy convencido que la empresa que no sigue los principios del Desarrollo Sostenible, en 20 30 habrá desaparecido. Esto está claro y es obvio. Además, entendamos que el gobierno español actual tiene un comisionado especial para los temas del 20 30, es que encima el Gobierno está forzando la situación.

Creo que hay muchos componentes para poder atender a los fines en las empresas del futuro.

Intervención D. Julián Morales Navarro

Catedrático Sociología UNED

Al oír hablar de grandes compañías, yo he estado estudiando cosas de sociología industrial y sociología de empresa, no sólo de grandes compañías, sino lo que yo llamo “compañías a pie de obra”.

El concepto de empresa, el poder, la política, hay muchos elementos en los que yo estoy trabajando que me importan: los parados, los excluidos, los pobres, que son grupos. Hay instituciones: el grupo de los parados-Instituto Nacional de Empleo.

Una cosa son las grandes compañías y otra cosa es lo que yo denomino las empresas a pie de obra. En Segovia, por ejemplo, una empresa a pie de obra hace unos años era la Caja de Ahorros de Segovia. Ésta, tenía un nombre propio: Don Fernando Albertos, que era el factótum. Los factótums de las empresas a pie de obra estaban orgullosos de la dimensión social del beneficio de la empresa.

En sociología siempre me ha preocupado el análisis, desde el ámbito laboral y desde la empresa, de las relaciones entre grupos e instituciones. En definitiva, la relación entre grupos e instituciones es lo que determina la estructura social de España, de Cataluña, de Andalucía, del siglo XVIII o del siglo XX. Es decir, el grupo, el conjunto de grupos y las instituciones que soportan esos grupos.

El proceso progresivo de incorporación de la mujer a la actividad pública conlleva la aparición de la institución: el Instituto de la mujer.  o el progresivo incremento de los parados, lleva consigo la aparición del Instituto Nacional de Empleo. Y se sigue desarrollando esta sociedad en esos términos de grupos e instituciones. Ese estudio, en definitiva, es el que nos da la línea o la solución de cualquier siglo concreto o de cualquier sociedad concreta.

Voy a centrarme en un par de cosas que son las importantes con respecto de la empresa y respecto del futuro, desde hoy. Estamos muy obsesionados con la sociedad del bienestar y estamos muy obsesionados con el término de la solidaridad. Hay que ser solidarios, tenemos que procurar el bienestar de todos. ¿Y la justicia?, ¿y el bien común?, es decir, ¿tiene sentido hablar de bienestar y solidaridad sin meterle las uñas a esos dos grandes conceptos de justicia social y de bien común?

En definitiva, quiero concretarles que la denominada crisis del Estado del bienestar, de la sociedad del bienestar, viene de la confusión del principio de legalidad y de legitimidad. En una sociedad democrática, nosotros hemos elegido a nuestros representantes. Son legítimos, pero respetando la legalidad.

Por último, a mí me preocupa en esta empresa del futuro y en esta sociedad, los desempleados, los excluidos, los pobres. Es decir, estamos en una sociedad de muchos pobres.

¿Es posible acabar con la pobreza?, al margen de los accionistas, de la empresa, o los beneficios, o de todo lo que ustedes quieran. Pero la pobreza está y ¿el futuro de la pobreza cuál es? y ¿el futuro del desempleo cuál es?

El problema es si es posible acabar con la pobreza, sobre una línea que había establecido Hanson, en donde la solución que él establece hace referencia al problema del suelo y el problema de la fiscalidad, a partir del fracaso -él habla- del capitalismo y estableciendo la socialización de la tierra.

Intervención D. Juan Manuel Sinde Oyarzabal

Presidente Fundación Arizmendiarrieta

Desde la Fundación Arizmendiarrieta, hemos promovido un modelo inclusivo participativo de empresa y en base a un seminario organizado en la intimidad, en el País Vasco, y otro en Navarra, donde había empresarios, sindicalistas y personas de todas las ideologías políticas hemos conseguido que los parlamentos aprueben por unanimidad, en los dos casos, un modelo inclusivo de empresa que no es una declaración de intenciones, sino que tienen 20 políticas concretas que han sido compartidas.

¿Cuál es el frontispicio? El frontispicio es que una empresa, para ser competitiva, es conveniente que sea un proyecto compartido. No hablamos de propiedad, tiene que ser un proyecto compartido basado en la cooperación y la corresponsabilidad de todos.

Eso ha sido aceptado por sindicalistas y empresarios y todos los partidos políticos.

¿Y eso cómo se hace?: hay 17 propuestas, en el caso del País Vasco, que hemos compartido y que están en nuestra página web de la Fundación Arizmendiarrieta. Quiero destacar una de ellas que es la piedra angular de lo que se quiere construir, que es un nuevo modelo de empresa. Esta piedra angular, es una comunicación, es establecer unas relaciones de confianza basadas en una comunicación sistemática, transparente y entendible.

A veces, se entiende la comunicación como poner en la página web la información y no es así. Es un ejercicio en las dos direcciones: no solamente tú cuentas sobre el asunto, sino también que escuchas a los demás.

Si hay que destacar una cosa en la que todo el mundo estaba de acuerdo, es que esa es la clave de la confianza.

Como experiencia: nosotros en Caja Laboral, del Grupo Mondragón, cogimos multitud de personas de muchos bancos distintos fuera del País Vasco. Cuando les preguntamos ¿qué diferencia hay entre el Banco en el que tú estabas y la Caja Laboral?, sistemáticamente nos decían lo mismo: aquí nos sentimos escuchados.

Esa es una de las cuestiones que no cuesta dinero.

La segunda cuestión importante es preocuparse por el desarrollo de las personas, que en definitiva se mide con los cursos de formación.

En este momento se da la circunstancia de que lo que es necesario y conveniente hacer para la competitividad empresarial y lo que es necesario y conveniente hacer para el desarrollo de las personas de la empresa, coincide bastante. Porque la competitividad en las empresas que están en el mercado mundial pasa por las personas que son capaces de aportar no solamente sus conocimientos, sino su empatía, su creatividad, su capacidad de trabajar en equipo, etc

Y, en tercer lugar, la participación en los resultados. Lo que no puede ser es tratar de hacer un proyecto compartido pero que cuando se gana, ganan unos y cuando se pierde, se reparten las pérdidas.

Preguntas de los asistentes

Pregunta -Cuando hablamos del valor de la empresa para los accionistas. El valor es algo subjetivo. Una cosa es el precio y otra cosa es el valor. Entonces. Hay que hacer hincapié en qué estamos hablando, el valor tiene mucho que ver con la actividad. ¿Qué es eso de generar utilidad para el accionista y qué es eso de generar utilidad bajo el propósito público hacia la sociedad? Al final decir que el objetivo es el valor, maximizar el valor de la empresa, eso es muy profundo y tiene una carga substancial que es diferente precio de mercado a valor. Eso en finanzas corporativas es así.

Sergio González Galán -No sé si voy a poder responder a todo, porque daría para mucho, pero sí sobre todo en la primera parte de la legitimidad. Yo creo que vivimos en esta fase del movimiento pendular. Estuvimos con una crisis económica donde hubo claramente fallas éticas y ahora estamos en el movimiento futuro tratando de ir al otro lado y que ahí hay parte de hiper regulación y parte incluso de hiper recomendación. Los legítimos intereses de los otros grupos, más allá de los accionistas que, por supuesto que hay que respetarlos y cumplirlos, la de los clientes, los trabajadores, las administraciones públicas… Y ahí es donde hacía yo esa diferenciación. Hay una parte obvia que es el cumplimiento normativo. Hay que cumplir los contratos, hay que cumplir las leyes, hay que cumplir las obligaciones que impone el regulador. Y no hay más preguntas. Y luego está ese más allá que es donde iba yo, que lo veo más como un modelo de gestión. Si yo trato especialmente bien a mis clientes, los clientes tendrán más incentivo en contratar conmigo frente a mi competencia. Eso, éticamente loable, tratar bien a mis empleados y a mis clientes hacer bien las relaciones con el regulador. Pero además me genera una ventaja competitiva frente al mercado.

Ese mundo de la voluntariedad de ir más allá de lo que nos imponen las normas hau empresas que se lo autoimponen. Para todos, en principio, ir más allá de las normas es voluntario. Pero una vez que tú lo metes en tu sistema de gobierno corporativo, ¿qué es la virtualidad de eso? Es tan importante de meterlo ahí, que su órgano de administración es el responsable de su cumplimiento. Ya no es algo voluntario, que lo hago o no lo hago. Si tú lo pones en tus estatutos del organismo del Consejo, los accionistas te pueden pedir cuentas por él. Ese es un paso muy importante, paso que hay que tomarlo voluntariamente para distinguirse de sus competidores que, por supuesto tienen una visión filosófica y ética muy loable, sin ninguna duda. Pero al final ¿qué buscamos? Buscamos que la empresa vaya bien y que la empresa vaya bien y que dé dividendos para sus accionistas generando todas esas otras externalidades positivas.

Pregunta -A propósito del ejemplo de Iberdrola, que al final es donde se aprende. Se ha definido un propósito de empresa con referencia a los intereses que están en los estatutos y por consiguiente es algo obligatorio. Pero también se tienen en cuenta los grupos de interés que son 8 y ahí hay cosas muy difíciles de definir. Es decir, ¿qué ha hecho en concreto Iberdrola para buscar cuál es el interés de esos grupos? Porque ahí hay un peligro, es que pasar del voluntarismo a impuesto por razones idealistas o de otro tipo.

Luis Gómez Rodríguez -Lógicamente la pregunta es muy pertinente e importante y como decía tenemos ocho grupos de interés. Tenemos los intereses de muchos países y las relaciones o la historia de cada país es completamente diferente.

Tenemos una política de relación con los grupos de interés, tenemos una política aprobada por nuestro Consejo de administración donde exigimos que existan unas normas y unos procedimientos, y tenemos un método de trabajo: buscamos cada uno de los grupos de interés en cada uno de los países y buscamos la materialidad. Hacemos estudios para estudiar cuál es realmente el interés legítimo de cada uno de ellos, para luego cumplir. El trabajo no es tan fácil.

Tenemos reuniones permanentes y ajustamos nuestras políticas en cada uno de los sitios.

En cada uno de los informes que hacemos se puede ver perfectamente el desglose por países y como afectamos esos intereses y demás.

También estamos viendo como unas inversiones responsables son requeridas por muchos de nuestros inversores. Queremos hacer inversiones responsables, invertiremos en empresas que sean responsables.

Conseguir los intereses legítimos que tienen cada uno de los grupos de interés es muy complejo, pero es la única manera de poder conciliar políticas públicas existentes y cuerpo jurídico.

 

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