El pasado jueves 14 de marzo se reunió la Comece (Comisión de las Conferencias de Obispos de la Comunidad Europea) con el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker.
Repasar y exponer los asuntos más primordiales que están aconteciendo en la actualidad europea copó la agenda de la reunión, así como, ante las cercanas elecciones los temas de demografía e inmigración, y el valor de la Iglesia en la Europa del siglo XXI.
A este respecto, Juncker defendió la Doctrina Social de la Iglesia como una de las enseñanzas más nobles de la Iglesia, aunque también constató que en Europa no se aplica con la frecuencia deseada. Los valores y los principios de esta, dijo Juncker, tienen que ser redescubiertos.
Por ello, los obispos europeos, reafirmaron el compromiso de la Iglesia con los desafíos europeos, tanto del continente en general como de las personas en particular y afianzaron su compromiso de aunar los esfuerzos de las personas de buena voluntad y servir, de esta manera, mejor al bien común.
“Entre las instituciones de la UE y las Iglesias se hace necesario un diálogo abierto y transparente”.
