El director general de Danone, Emmanuel Faber, de 52 años, se formó en la escuela de negocios parisina HEC (Hautes Etudes Commerciales/Estudios Comerciales Superiores), una de las más prestigiosas del mundo. El pasado 10 de junio fue el encargado del discurso de graduación a los alumnos de la promoción 2016.
Faber sorprendió con un discurso conciso y emotivo, porque giró en torno a su hermano esquizofrénico que murió hace cinco años y que fue un maestro de vida para el. Cada día recibía un mensaje en el buzón de voz con el sonido del agua de un manantial de su pueblo, que le enviaba su hermano y que le hacía recordar de donde venía.
La parte más sustanciosa fue la que hizo referencia a la justicia social como esencial para la economía, y también se refirió a la gloria, el dinero y el poder como “nuevas enfermedades”, animando a los estudiantes a escuchar en su conciencia la voz de Dios, aludido sutilmente como hermano pequeño, que es quien nos conoce y nos ama más que nosotros mismos.
De su discurso se podían leer entre lineas los rasgos católicos de su personalidad, ya sea por alusión a los muros, a los excluidos o a la idea de liderazgo como servicio a la sociedad. Desde 2014 que fue nombrado CEO en Danone, ha fomentado las políticas de Responsabilidad Social Corporativa, acorde con su perspectiva social y humanista de la economía, que han quedado reflejadas en sus libros; Main basse sur la cité (1992), Chetiens:d´laudace pour la politique(2009), Chemins de traverse:vivre léconomie autrement(2011), Innnover para la mobilisation des acteurs (2014). El primero habla contra el sistema financiero mundial, el segundo sobre el papel de los cristianos en la vida pública, el tercero sobre sus ideas para conciliar la economía con la ética y el último es un informa sobre ayuda al desarrollo.
